Fa 6 hores
dimarts, 18 de desembre del 2012
ADREÇAT A UNA ESCRIPTORA QUE EQUIVOCAVA ELS GÈNERES PER CULPA D’UN FEMINISME MAL ENTÈS - Salvador Oliva
Permet-me, dona, que faci una esmena
a l’únic vici que tinc del teu noble estil,
que, potser per afany antiviril,
gènere i sexe confon i malmena.
Si té una dona una professió
només per homes fins ara exercida,
has de pensar que pot ser suïcida
feminitzar-la amb un nom carrincló.
Si una dona és doctor i li dius doctora,
no està gens malament, car t’ho permet
sense forçar cap deure ni cap dret)
l’analogia de senyor i senyora.
Si és dentista, l’hauràs de deixar igual:
no fóra bo de dir-li “dentitessa”;
si és metge, sí que li pots dir metgessa
sense fer cap error gramatical
tot i que el nom també escau a la dona
que és del metge d’un poble la muller).
I, si fas de tot el que et diré,
detectaràs què sona i què no sona.
Si una dona fa versos, és normal
de dir-li poetessa (fóra indigne pensar
que el femení no li és prou digne,
o bé que el masculí li fa menys mal).
És lleig, en canvi, dir-li “la poeta” f
erint la concordança i el bon gust;
però és que a més a més és tan injust
com dir “profet” a un home que és profeta.
I vicerversa: si dius “prostitut”
a un home que es dedica al vell ofici
que permet fer amb el cos un benefici,
què et privarà de dir-li també “put”?
O si una dona (i d’això pren-ne nota)
pilotés helicòpters i avions,
ni que et doni el ser dona mil raons,
seràs capaç de dir-li mai “pilota”?
Igualment trobaria que és molt trist
decidir que és “planet” aquest planeta,
dir “trompet” a un que toqui la trompeta
i a un arrencaqueixals dir-li “dentist”.
Els gèneres i els sexes, escriptora,
no són mai totalment coincidents,
i, per més que t’hi facis amb les dents,
cap furor femení no és mai “furora”.
Els codis de la llengua són molt nets:
no tenim “sargants”, ni “cocodriles”,
ni “cigals”, ni “llenguades”,
ni “mandriles”, ni “gavins”,
ni “esparveres”, ni “orenets”.
Ni un tren no pot ser el mascle d’una trena,
ni és una fila el femení d’un fil,
ni vila no designa “dona vil”,
ni mai no fan l’amor el be i la bena.
I és que, posem per cas, un esparver
tant pot ser mascle com pot ser femella;
el seu nom masculí s’aplica a ella
i a ell ensems. Ni hi tenim res a fer.
Homes i dones, rebutgem la broma
dels hòrrids masculins i femenins!
El sexe i el llenguatge són sublims;
si fent l’amor no hem de ser mai mesquins,
tampoc no hem de ser un plom usant la ploma.
POEMA DE LOS QUESOS - Nico Roig i Josep Pedrals
.
Tengo tantos agujeros que ya no sé, no sé qué soy, queso y, queso y queso y queso... Y tú, tú eres mi quesadilla!La primera vez que te brie, me dije: "un día quesos me fundiré en tu boca". Cuando te co-ocí eras una tierna mozzarella, llena de García. Me sacabas de mis cabrales, eras tan cremosa, se me caía la bávara por tí.
En ese momento appenzeller: quizá le gusto... así que, ¿tú te caserío conmigo? Por queso es lo que yo quesería, requesón! Sabes queso y de buena pasta. Lo queso fresco es lo que mascarpone mis entrañas: aquella cosa torta del casarse...
Pero es cierto que, bueno, lo nuestro no acabó de cuajar. Yo le dí todo mi amor. Sí, te lo dí por... quería. Y tú decías queso era una bola. Entonces intentamos desgratinarlo, contando algunos cheese-tes y a ca vaca que se ríe por el suelo. Qué tronchón! Pero bueno, como yo soy quesero y a ti te va la feta, te fuiste sin más in-formaggio-ne que aquello que dejaste es quiri-quirito: "hemos tocado fondue. Me huele a queso se a cabra". Qué agonía más gouda! Qué fermento! A esta no se la tiramisú padre. Semi seco el alma... Hasta mis ojos se se camenber te! Pero lo peor estaba todavía por cheddar.
Me dirás queso y un rayado, quizá un poco burro, pero es que todo, todo me ricota a tí: los paseos en gorgonzola por los canales de Venecia, los quesitos en la oreja, los mimolettes, cuando me pre untabas si eso era amor y yo te curaba queso era el emmental. Pero por más que lo intente, no comprendo las raclettes de este juego gástrico en que nos metimos.
No quiero seguir. De todas formaggeria una estupidez. Así que, cortamos parmesano. Passendale de la historia, ya no queso verme más, por roquefort... Y entonces, pues, perdí el corazón, pues la falta de amor mel i mató. Y entonces quizás fuí un poco gruyere con lo de "bechamel culo, nena!". Cogió un cabrero de taquitos pero. Y al final fue ella la que manchego a tomar por seco.
No sé cómo pude havarti amado. Por tu culpa este servidor provolonne gro de la vida.
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Tengo tantos agujeros que ya no sé, no sé qué soy, queso y, queso y queso y queso... Y tú, tú eres mi quesadilla!La primera vez que te brie, me dije: "un día quesos me fundiré en tu boca". Cuando te co-ocí eras una tierna mozzarella, llena de García. Me sacabas de mis cabrales, eras tan cremosa, se me caía la bávara por tí.
En ese momento appenzeller: quizá le gusto... así que, ¿tú te caserío conmigo? Por queso es lo que yo quesería, requesón! Sabes queso y de buena pasta. Lo queso fresco es lo que mascarpone mis entrañas: aquella cosa torta del casarse...
Pero es cierto que, bueno, lo nuestro no acabó de cuajar. Yo le dí todo mi amor. Sí, te lo dí por... quería. Y tú decías queso era una bola. Entonces intentamos desgratinarlo, contando algunos cheese-tes y a ca vaca que se ríe por el suelo. Qué tronchón! Pero bueno, como yo soy quesero y a ti te va la feta, te fuiste sin más in-formaggio-ne que aquello que dejaste es quiri-quirito: "hemos tocado fondue. Me huele a queso se a cabra". Qué agonía más gouda! Qué fermento! A esta no se la tiramisú padre. Semi seco el alma... Hasta mis ojos se se camenber te! Pero lo peor estaba todavía por cheddar.
Me dirás queso y un rayado, quizá un poco burro, pero es que todo, todo me ricota a tí: los paseos en gorgonzola por los canales de Venecia, los quesitos en la oreja, los mimolettes, cuando me pre untabas si eso era amor y yo te curaba queso era el emmental. Pero por más que lo intente, no comprendo las raclettes de este juego gástrico en que nos metimos.
No quiero seguir. De todas formaggeria una estupidez. Así que, cortamos parmesano. Passendale de la historia, ya no queso verme más, por roquefort... Y entonces, pues, perdí el corazón, pues la falta de amor mel i mató. Y entonces quizás fuí un poco gruyere con lo de "bechamel culo, nena!". Cogió un cabrero de taquitos pero. Y al final fue ella la que manchego a tomar por seco.
No sé cómo pude havarti amado. Por tu culpa este servidor provolonne gro de la vida.
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