El primero día de enero que vendrá será primero día del año, que todo el mundo no lo estorbará, si con tiempo no se remedia. Este día amanecerá al alba.
Y tañerse han todas las campanas del mundo en tirándolas de las sogas, y harán tan grande estruendo, que no habrá cabeza de hombre sin su colodrillo.
Vendrá una niebla tan grande y tan oscura que cubrirá el cielo, y no habrá hombre, por ciego que sea, que vea las estrellas a medio día.
Levantarse ha un torbellino tan grande que levantará las pajas del suelo: las gentes se meterán en sus casas, por no estar en la calle: esa noche dormirán todos lo ojos cerrados, por miedo del polvo. Lloverá tanta de agua, que mojará el suelo y matará el polvo sin confisión.
Cantarán los gallos a oscuras de noche que no se vean unos a otros. Y otro día madrugarán las gallinas, rabiando de hambre, a escarbar en los muladares ajenos.
Luego habrán relámpagos y truenos, que no habrá hombre nacido que quede por nacer. Luego hará un terremoto tan espantable, que los muertos no osarán resucitar de miedo; los corazones estarán todos en los cuerpos, que no osarán asomar; los puerros y los ajos meterán las cabezas so tierra, y no osarán salir hasta que salgan canos; el azafrán y zanahorias y membrillos se tornarán amarillos de miedo.
Las mujeres serán todas hembras; los mudos se mirarán unos a otros callando, que no habrá sordo que los oiga. El fuego se tornará caliente, que llegando las estopas, se encenderán; la tierra se calentará tanto del gran sol, que los ahorcados no osarán llegar los pies al suelo.
Las piedras se tornarán todas duras como cantos; los caminos estarán tendidos por el suelo; los ríos correrán con ayuso; la mar se tornará toda agua, de manera que echando en ella una piedra y aún dos, no pararán hasta el suelo. Las montañas serán más altas que los llanos, de guisa que más se cansarán cien hombres por una montaña arriba, que no uno cabalgando por el llano. Todas las alimañas no tendrán más sentido que las bestias, todas llenas de pelos; las aves llenas de plumas; las golondrinas todas de una color, que no se conocerán la una de la otra; a los mochuelos se les tornarán las cabezas de hechura de cebollas, con dos cuentas de ámbar en la cara.
(...)
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Y tañerse han todas las campanas del mundo en tirándolas de las sogas, y harán tan grande estruendo, que no habrá cabeza de hombre sin su colodrillo.
Vendrá una niebla tan grande y tan oscura que cubrirá el cielo, y no habrá hombre, por ciego que sea, que vea las estrellas a medio día.
Levantarse ha un torbellino tan grande que levantará las pajas del suelo: las gentes se meterán en sus casas, por no estar en la calle: esa noche dormirán todos lo ojos cerrados, por miedo del polvo. Lloverá tanta de agua, que mojará el suelo y matará el polvo sin confisión.
Cantarán los gallos a oscuras de noche que no se vean unos a otros. Y otro día madrugarán las gallinas, rabiando de hambre, a escarbar en los muladares ajenos.
Luego habrán relámpagos y truenos, que no habrá hombre nacido que quede por nacer. Luego hará un terremoto tan espantable, que los muertos no osarán resucitar de miedo; los corazones estarán todos en los cuerpos, que no osarán asomar; los puerros y los ajos meterán las cabezas so tierra, y no osarán salir hasta que salgan canos; el azafrán y zanahorias y membrillos se tornarán amarillos de miedo.
Las mujeres serán todas hembras; los mudos se mirarán unos a otros callando, que no habrá sordo que los oiga. El fuego se tornará caliente, que llegando las estopas, se encenderán; la tierra se calentará tanto del gran sol, que los ahorcados no osarán llegar los pies al suelo.
Las piedras se tornarán todas duras como cantos; los caminos estarán tendidos por el suelo; los ríos correrán con ayuso; la mar se tornará toda agua, de manera que echando en ella una piedra y aún dos, no pararán hasta el suelo. Las montañas serán más altas que los llanos, de guisa que más se cansarán cien hombres por una montaña arriba, que no uno cabalgando por el llano. Todas las alimañas no tendrán más sentido que las bestias, todas llenas de pelos; las aves llenas de plumas; las golondrinas todas de una color, que no se conocerán la una de la otra; a los mochuelos se les tornarán las cabezas de hechura de cebollas, con dos cuentas de ámbar en la cara.
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7 comentaris:
Una profecia encertada al 100%, no se'n troben gaires d'aquestes. :-DD
Terrible, terrible. Demoledor.
Por suerte para las personas sensibles, no pusiste el apocalìptico final, donde habla de los delincuentes, "que siguen metidos a polìticos".
Al lado de esto, Nostradamus es un poroto sin germinar.
Saludos
Ostres, això sí que és tenir "visió" de les coses...
No diu res de com acabarà la temporada? (futbolera, vull dir) :-))
Assumpta, al final parlava de no sé què d'un altre hat-trick d'en Messi
:DDD
Jajajaja i, escolta, escolta... no dirà alguna cosa del Bernabeu aquest dissabte? :-DDD
"... y será tan emocionante y vibrante encuentro, que aquellos que lo observasen (u observaran) vibrarán de la emoción, que no habrá quién gane la disputa si no fuera (o fuese) marcando más goles que el rival..."
"y el Barça ganarà 0-2". Palabra de Evangelista.
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